martes, 25 de octubre de 2011

Pennywise y el chico escéptico.


Como ya se me ha hecho una costumbre, lo primero que hago al entrar al supermercado, es darme una vuelta rápida por la sección de películas y libros en oferta, en ocasiones hay algo que me llama la atención y lo llevo. Como el otro día cuando mis ojitos se cruzaron con la imagen de ese payaso de frente amplia, rostro blanco, cabello enmarañado y rojo, como su nariz. Ahhhhhh como olvidar al payaso que me hizo temerle al resto de los del gremio cuando estaba dejando la infancia y vi aquella película llamada: IT. "Aquí abajo todos flotan, y cuando estés conmigo, también flotarás", fue lo primero que me vino a la mente, acto seguido la tomé en mis manos, se la enseñé a Regis y con mi mejor intento de voz tétrica le repetí esas palabras. Su expresión corporal fue la mejor respuesta, desconocía su existencia y como estaba a un tentador precio de $1.990 (poco menos de US 4), fue dejado inmediatamente en el carrito de compras.

Anoche la vimos, Regis por primera vez y yo por segunda. La primera vez que la vi fue por tv abierta, no recuerdo que canal, pero hubiera jurado que la transmitieron en dos partes, una exclusivamente de la época de niños y otra ya de maduros. De hecho estoy convencida porque recuerdo que me encanto la primera parte, ya que todos los niños pertenecientes al club de los perdedores sobrevivíeron a Pennywise, inclusive el niño que me gustó en ese entonces. Luego cuando vi la segunda parte, recuerdo que fue una desilusión por dos razones. La primera es que dos de los niños cuando grandes fallecieron y la segunda es que el niño que me gustaba había, para mi lamento, crecido y convertido en un hombre feo que resultó ser el primero en morir (se suicidó). No se si el canal la habrá editado para transmitirla en la forma en que recuerdo, dividida en 2 épocas, niños y adultos, pero ahora que la volví a ver me di cuenta que inclusive se inicia la historia con los protagonistas ya adultos.

En fin, fue bueno ver la peli nuevamente y de paso enterarme (ignorante de mi) que la historia está adaptada de la novela del mismo nombre escrita por Stephen King, escritor que no he leído y que prometo leer pues he visto un montón de películas basadas en sus libros y siempre me han gustado. Fue extraño ver de nuevo a Stan Uris (versión niño) que me encantó cuando pequeña, pero lo más extraño fue darme cuenta que en ese niño existía una característica que es común en el resto de personajes que me gustaron de más grandecita, jejeje. Bueno no hay gran cantidad realmente, pero aplicando un poco de estadística básica, poco más del 70% de los chicos que me han gustado han sido marcadamente escépticos, como Stan, de hecho estoy casada con uno, la pregunta es ¿por qué?. Recuerdo habérselo preguntado a una amiga, ¿por qué me atraen ateos si soy cristiana?. Me respondió algo así como: es por tu anhelo de querer convertirlos o hacerlos creer. En ese entonces me pareció gracioso, pero me hacía sentido. Hace un tiempo, le comenté a Regis acerca de lo bien que nos llevamos a pesar de ser tan opuestos en algunas cosas, como por ejemplo, la creencia en la (in)existencia de Dios. Me respondió con un cliché: Polos opuestos se atraen. Me volvió hacer sentido su respuesta. En otra ocasión me respondió con argumentos evolutivos (si, tiendo a hacer más de una vez una misma pregunta, para medir consecuencia, evolución del pensamiento o simplemente refrescar mi memoria). Me mencionó que puede haber un factor genético detrás de la elección de nuestras parejas, casi como si fuésemos simples hospederos de genes, subyugados inconscientemente y que no somos nosotros en forma consciente sino ellos quienes se escogen, de ser esto cierto, en nuestro caso, nuestras diferencias aseguran variabilidad genética para nuestra descendencia, lo cual es ventajoso para dicha generación. Argumento que por supuesto yo rebatía con el factor "ambiente" e interacción "genotipo x ambiente", que también influyen en el fenotipo de cada cual. Luego me pregunté, ¿qué factor externo a mis genes podría estar influenciando esta atracción hacia lo escéptico?

-Repetir el patrón de mi madre, que siendo católica (de las de verdad, que van a misa y todo) se fijó en un hombre ateo, quien luego de unos años “extraordinariamente” se convirtió al cristianismo…..mmmmm sí, podría ser.

-Buscar en mi pareja a un padre, lo cual es un tanto difícil, sin contar el escepticismo inicial de mi padre y el actual de Regis, no hay otra cosa en la que se asemejen, tienen temperamentos, personalidades y comportamientos absolutamente diferentes…. a menos que sólo aquello que no heredé de mi padre sea lo que busco en una pareja.

Este último argumento me llamó la atención, si sólo busco aquello que no logré heredar, es decir, el escepticismo, de alguna u otra forma me convierte en crédula y yo, pese a mis creencias espirituales me considero lo contrario. Por ejemplo, desde la adolescencia me he cuestionado y muchas veces a cruzado mi cabeza la posibilidad de la no existencia de Dios, en base a esas dudas han surgido mis teorias acerca de la vida, he ajustado mis ideas y experiencia personal a lo único asible entre manos que proviene de Dios. Esto ha permitido que mi creencia en Dios sea inclusive más racional que puramente fe, …me falta fe, me lo ha dicho incluso Regis en innumerables ocasiones y no me siento orgullosa de esto. Por el contrario, cuando conocí a Regis, conocí a un hombre tan convencido de sus teorías que era incapaz de cuestionarlas, razón por la cual cuando yo lo hacía el se veía en la obligación de pensar en un respuesta rápida, tal vez era un desafío, tal vez fue una de las cosas que le llamó la atención de mi, por esa razón su primer recuerdo nítido de mi es cuando en medio de la masa científica expuse mi incredulidad sobre la teoría de la evolución, aun recuerdo los ojos excomulgadores mirándome como si fuese una hereje. He sentido muchas veces que Regis es más creyente (con fe ciega) en la teoría de la evolución de lo que yo soy creyendo en Dios. Por eso le he dicho que si fuera cristiano, sería mejor cristiano que yo. Entonces es cuando me pregunto ¿quien trata de convencer a quien? ¿quién busco al escéptico, el o yo?.

El creer en Dios sin duda marca mi vida de tal forma que me cuestiono todo en base a eso, ¿por qué elegí un hombre escéptico para mi vida?, tal vez porque lo quiero convencer de que Dios existe, pero ¿por qué?, tal vez porque de esa forma (oscura, solapada e inconscientemente) pueda convencerme de una vez por todas a mi misma.

sábado, 1 de octubre de 2011

Lectura incompleta

Finalmente siento que voy avanzando, paso a paso. He sacado algunos pendientes, he recibido respuestas que estaba esperando hace ya varios meses, mis proyectos se van concretando, tomando forma y acercando a mi realidad mas inmediata. De hecho eso me asusta un poco. Pero buehhh, hay que enfrentarse a la vida no más que finalmente es resultado de las decisiones que uno va tomando a medida que avanza en esta. Hoy estoy contenta eso si, por una cosa que se aleja de mi realidad mas pura y dura. Desde hace rato que no me terminaba un libro completo. Hace como un año o más que me he armado de varios libros, pero todos los he dejado a medio leer a excepción de hoy que hasta los agradecimientos me leí para que no se diga que no lo leí completito. Fue interesante ver la transformación del pobre (libro) desde estar nuevecito y estiradto como potito de guagua, hasta ahora que lo deje en la mesita de noche todo engurruñado de tanto que lo doblaba de un lado a otro dependiendo de como me acomodara en la cama antes que el sueño me tomara prisionera. A ver si el entusiasmo y mis quehaceres me dan tiempo de seguir con el próximo en carpeta. Membranas de árbol, allá voy!