UNA SAMURAI EN SU ULTIMO ACTO EN POS DEL HONOR, O LA MUERTE SIN DOLOR, QUE MAS DA...

Cada vez que pienso en el honor me viene a la mente los samurais, aunque hay versiones muy encontradas. Algunos dicen que eran guerreros cuyo objetivo principal era velar por su honor y servir a su señor, su obediencia podía llegar a tanto que si su señor les pedía su vida, ellos se la ofrecían sin problema, de lo contrario la pérdida del honor empañaría a su familia. Según dicen la vida del samurai era como la flor del ciruelo, bella y breve. Para él como para la flor, la muerte era algo natural y glorioso. En esto último no discrepo porque se asemeja a mi fe misma, pero…¿Cómo les llegaba a un samurai la muerte? En la guerra, o por propia mano (ahí discrepo, pero no es el punto en este post). Recuerdo la película “el último de los samurai” donde trabajó Tom Cruise, y recuerdo la imagen de sabiduría que supuestamente tenían los samurais en dicha peli y en otras fuentes de información en que los he visto pasear. También me viene a la mente un punto de vista distinto al que se ha “idealizado” acerca de estos personajes ya extintos, en el que los catalogan como simples matones, capaces de arrasar con aldeas llenas de mujeres y niños, no por servir a su amo, sino por su egoísmo e interés a las tierras que por dicho servicio recibirían, tanto así, que no cortaban la cabeza para evitar el dolor del prójimo sino para amedrentar a sus enemigos colgándolas como trofeo de guerra, como símbolo de poder, de algo por lo cual sentir orgullo.

Entre tanto recuerdo, me vino a la mente una conversación con el davicho, mi hermano, cuando le comentaba un problema sentimental que tenía, me decía que en el amor, hay que ser como un samurai, había que matar…sin dolor. Y la verdad, aún no lo entiendo del todo, no se que imagen de samurai tiene el, ni se que clase horrible de samurai pueda ser yo. De que un samurai era un guerrero no hay dudas, tampoco hay dudas que yo he luchado por el amor, y puta que me ha costado. He perdido buenas personas, me he perdido a mi misma y duele, a veces creo que simplemente no sirvo para esta lucha, estoy cansada, no sirvo para esto, no lo sé hacer bien y…no quiero ser responsable de una cabeza más, que en el acto no evito ni el dolor ajeno, menos el propio….

Hoy mi espada tiene demasiadas capas y me está pesando demasiado, así que, antes de ser derrotada, prefiero tomar mi espada (por valentía o cobardía) y mirar por última vez mi reflejo antes de morir con ¿honor?. La vida es un respiro, la flor que muere hoy, tal vez de fruto mañana.