Bueno, bueno, bueno, reconozco que si tengo una adicción es al té, simplemente me encanta, me gusta estar probando continuamente nuevas mezclas, pero a ratos me da por una en particular. Cada vez que algún familiar, amigo o conocido sale fuera del país intento sobornarle para que me traiga algún tecito novedoso, es así como tengo una minicolección de tecitos de todas partes que intento ir compartiendo con mis amigos en casa (aunque claro, siendo sincera, no es la bebida predilecta de mis amigos, sólo unos cuantos comparten esta adicción). Me gusta eso si, dedicarle un tiempo especial al té, la idea es disfrutarlo, es casi como mi propia ceremonia que comienza poniendo a hervir agua y termina siempre en una sonrisa. Hace un rato estaba comenzando a sentirme nuevamente estresada por la ensalada de cosas que tengo en la cabeza, así que decidí prepararme un té, esta vez me decidí por un African Tunda (té negro, rooibos, piña e hibisco) que aparece en una línea Voyage de Twinings. Ahhhhh y en eso estaba, concentradísima, cuando siento a Lily rasguñando la puerta de la cocina para entrar. "Un problema a la vez"-me dije, y buehhhh lo primero es dejar entrar a Lily, luego ....ya veré.
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