miércoles, 14 de febrero de 2007

MARIPOSA DE AGUA


Desorientada y confundida se interno en un bosque de viejos robles, dejando atrás el mundo oscuro del cual necesitaba emanciparse, ese mundo hostil, lleno de ira, odio, envidias y rencor, donde el lema del día era “ojo por ojo, diente por diente”, y el estandarte era la traición. Atrás dejaba todo aquello que le angustiaba, lo que le dolía y acongojaba. Ella anhelaba ser libre, quería experimentar algo nuevo, se negaba a creer que solo existían sentimientos ruines, no quería podrirse por dentro como lo habían hecho los demás. Sabía que en algún lugar, más allá de aquel bosque encontraría la nobleza del sentimiento que inundaría su vida de primaveras, esa estación hermosa que en su frio mundo no existía.

Y así fue que aquel día decidió huir de casa, en busca de lo desconocido. En su valentía sorteo la maldición de sus pares, y corrió tan fuerte como le fue posible. Atrás le seguían los mismos que ni son ni dejan ser. Ella sabía que era su única oportunidad por lo que no medio atravesar descalza las zarzas y espinos que encontraba en su camino, rasgándole su vestido y adquiriendo a cada paso, finas líneas de color grana en sus piernas de piel blanca. Con su largo cabello al viento volaba como sus ansias de libertad, sin embargo esa libertad fue truncada cuando una negra flecha le atravesó el pecho, rompiéndole el corazón. La niña casi sin fuerzas miro hacía atrás para ver el rostro de sus cazadores, lagrimas de impotencia rodaron por su rostro y de inercia o persistencia, volvió la mirada nuevamente a su sueño mientras una de sus lagrimas salio volando desde su mejilla cayendo en la rama de un viejo roble. Dio unos cuantos pasos más, con la vista fija en su ilusión y ya casi sin aliento se desplomo, de cara al suelo, exangüe. Y allí permaneció su cuerpo, sin sepultura ni bendición.

Dicen que los sueños cuando son realmente puros y nacen desde el alma, de una u otra forma se hacen realidad, y ha de ser cierto pues misteriosamente el lagrimón de agua salada que cayo en la rama, comenzó a gestar algo hermoso, dulce. Cohesionada fuertemente y colgando desde aquella rama surgió un translucido capullo, que aquella misma noche de abril, dio origen a una mariposa de agua, diáfana y un tanto etérea. Apenas salio de su capullo comenzó a batir sus alitas reflejando en su acción la luz de las estrellas que expectantes observaban desde el cielo lo que ocurría. Primero débilmente y luego con más fuerza comenzó a volar hasta que llegó a los límites del bosque, desde donde contempló un joven de ojos tristes y enlutecido corazón. Se acercó a él llamando con sus destellos la atención del muchacho que perplejo y sin poder creerlo se acerco aún más para observar detenidamente que era lo que veían sus ojos. Tan cerquita estaba, que la mariposa de agua se poso sobre los labios del muchacho y al instante los enjugó dejándole la sensación de un beso, que nació en su boca y luego se poso en su corazon. Extasiado y sin saber que experimentaba, sintio un calorcito en su pecho, el alma regocijada, unas cosquillas inexplicables en su vientre y una necesidad inminente de buscar algo de lo cual sintio que le faltaba. Se interno en el bosque y busco aquello de lo cual sentía menester, camino entre los arboles que se abrian paso para ayudarle en su inusitada búsqueda. Hasta que de lejos vio algo blanco, tendido en una cama de hojas, rodeado de arboles, e iluminado por destellos que se colaban entre las copas de los viejos robles. Se acercó y grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta que era el cuerpo de una muchacha recostada de espalda al cielo.

Consternado, se arrodillo a su lado y con incredulidad la toco, inerte. Sacó cuidadosamente la flecha de su espalda y con sutileza tomo a la muchacha de los hombros para darle vuelta. Al verle el rostro se conmovió, reflejaba tanta belleza, como tristeza. Una pequeña y diminuta lucecita brillaba en los ojos de la muchacha, que pronto descubrió era un lagrimon. Sintio que el alma se le partía y con todo el sentimiento se acerco cerrando sus ojos y absorbió con un sentido beso aquel lagrimon. En aquel preciso instante ella sus ojos abrio, las lágrimas de la muchacha se habían encontrado nuevamente, y de paso le traían eso por lo que ella había entregado la vida. Y con su mirada atravesando el alma del muchacho y de cara al cielo, fue como ella vio nacer el amor.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Qué lindo...

Mário Margaride dijo...

Holá Estrellita!

Gracias por tu visita.

Devo dizer-te que tu post, é lindo...

Besos

Mário.

http://avano2006.blogspot.com

Anónimo dijo...

Qué tierno! Casi me deja llorando, aunque eso no es mu dificil, soy llorona.

Saludos!

Cami dijo...

Es muy lindo lo que has escrito es tierno!!!.

Saludos y un abrazo=^.^=

Jose Roque dijo...

Hola Estrellita
Totalmente de acuerdo con los comentarios anteriores.
Muchos saludos

Humberto dijo...

Sin palabras...

Regreso de mi pequeño silencio. Un poquito más callado, pero el mismo de siempre.
Me impresiona la imagen de más abajo, del Malleco, espero esté bien escrito.
Besos.

Gavriel dijo...

Estrellita!
Volviste! Perdon que no vine antes, el paso del tiempo lo perdí jeje..
Qué hermoso escrito amiga!
Me encantó es de los sueños que se pueden realizar cuando salen del alma.
Te felicito!
Si vienes a mi rincon, encontraras un agasajo de amistad para vos y mis amigos.
Escucha la música!
Besos amiga!

Pry dijo...

Rag Doll: Si, soy tan linda jajajaja (aun no dejo el egocentrismo de la infancia), Saludos!

Mario Margaride: Gracias por tu visita :D

Isidora: Pues ya se algo mas de ti, saludos Isi!

Yukino:Bienvenido el abrazo.

Jr: que? eres lloron tambien? ;) Un abrazo amiguin

Humberto: Si, muy bien escrito =D

Gabrielus: Ingrato no mas, no me habias venido a saludar, jajaja es broma. Me ire a dar una vuelta por tu blog a ver que agasajo me tienes (espero no sea comida-jajaja). Un abrazo