ADIOS INVIERNO, DIJE ADIOS!!!

Por estos días los cielos están cubiertos de grandes motas de algodón grisáceas. Mientras aquí en la tierra, los árboles intentan romper el gris, la gente hace lo suyo cubriéndose de bufandas, gorros, abrigos de todos colores. Lo mismo hago yo, y bajo mi paraguas púrpura intento ocultar mis emociones marchitas. Así voy caminando, observando mi solitario reflejo en los charcos de agua sembrados en el pavimento, cuando una suave brisa de una mezcla a tierra húmeda y a un perfume de hombre conocido se cuela hasta mis pulmones, también a mi corazón trayéndome tu recuerdo.

Recuerdo que así eras tu, simple y natural como el olor a tierra húmeda y tan exquisitamente varonil y dulce como un Gaultier. Recuerdo cuando en tu gran paraguas negro me ocultabas de la lluvia. Cuando siempre era yo la que perdía en nuestras guerras de cosquillas, cuando por primera vez gusté un beso de tus labios blandos y suaves, cuando con esos mismos labios bebiste mis lágrimas sin importarte estar en pleno centro de la ciudad, siendo capaz de construir una primavera sólo para mí, hasta en un día tan negro como aquel. Tal vez fue en ese preciso momento en que supe que eras la persona que más he querido en tres dimensiones, la única alma que me ha hecho verdaderamente feliz y que no olvidaré jamás, con quien hubiese compartido mi vida, lo vivo que hay en mi y mi corazón.

Tu recuerdo, aun sin vida, me ablanda el presente, el mismo en el que me proyecto al futuro. Futuro en el cual anhelo la conjugación del verbo ser en todos los tiempos de la primera persona plural.

Por hoy….te quiero siempre.