jueves, 28 de febrero de 2008

BIFURCADO


En una asignatura que tome en mi primer año de Universidad nos llevaron a un bosque nativo, creo que aun puedo recordar lo hermoso de paisaje que podían ver mis ojos, nunca había estado en un bosque nativo (por lo mismo me llamo mucho la atención), de hecho sin saberlo, solo conocía las plantaciones de pinos o eucaliptos que poblaban los terrenos camino hacia mi casa (para mi eso era bosque, y entre nativo y artificial no conocía diferencias, así de ignorante entre a la U y no, no salí mucho menos ignorante tampoco que digamos, jejeje-broma).

La cuestión es que al estar allí, entre nothofagus y peumos, sintiendo el aroma del “bosque” colarse hacia mis pulmones, deleitando la vista con lo heterogéneo del bosque, fustes semitorcidos, árboles con distintos tipos de hojas, unos pajaritos trinando por aquí, otros insectos escondiéndose debajo de algún pedazo de madera en descomposición, una cama de hojas haciendo blanda cada pisada, de alguna forma hizo que esa experiencia, en ese primer contacto con un bosque nativo, me hiciera darme cuenta lo chocante de la naturaleza, la diferencia con lo que conocía por “bosque” y lo majestuoso y bello de un bosque como aquel, no solo por lo visual, no solo por lo que podía percibir sensorialmente, sino porque podía extasiarme y disfrutar de la contemplación sintiéndome y aceptándome como parte de todo, parte de aquel paisaje que ante mi y, en mi se percibía. Si quisiera verbalizar la sensación, tal vez belleza, excelencia y plenitud son lo primero se me viene a la cabeza.

Pero, también desde ese momento dicho profesor (y a partir de el, la mayor parte de la camada de giles que le siguieron) me enseñaron a ver el bosque de manera diferente, con un interés de por medio, un interés económico o de productividad, da igual. Entonces me enseñaron que por ejemplo el árbol del primer plano presentaba una bifurcación, y que por lo tanto su DAP (diámetro altura pecho) ya no es uno, sino dos medidas y bastante pequeñas que sería iluso pensar que pudiesen servir para madera aserrada. De hecho el bosque no presentaba manejo (como poda y raleo) por lo que los fustes eran harto mas irregulares que en esta foto, así que, la madera obtenida iba a tener un montón de inconvenientes: angulo microfibrilar lejos del optimo, estado sanitario como la reverenda y de ahí hasta que el mismísimo acceso a dicho bosque era tan dificultoso que la construcción de caminos y la gasolinabencinacombustible ocupado para llevar las maquinas de cosecha harían que el costo de explotación fuese mayor que la utilidad que de él podamos obtener (entre un sin fin de peros) lo que nos llevaría a la conclusión que el bosque es “inaccesible”, “improductivo”, “enfermo”, “poco rentable” y un montón de DEFECTOS dependiendo del objetivo de producción del ojo observador.
La pregunta es, si somos parte de la naturaleza, hechos y formados finalmente en su forma mas básica del mismo TODO, ¿es que los defectos que vemos en otros es porque buscamos o esperamos algo de ese otro? ¿de que manera nos contemplamos a nosotros mismos? Me pregunto si la vida me ha enseñado a ver a mis semejantes de la misma forma como mis profesores me enseñaron a ver el bosque….

1 comentario:

Jose Roque dijo...

Hola Estrellita forestal (aja, ya vas desvelando tus misterios!!). Yo creo que ando por el mundo catalogando todo y asignandole defectos y virtudes; pero no por eso debo estigmatizar. Podra no servir para el fin que deseo, pero tendra cualidades para otras cosas. Pero en cuanto a las personas, pienso que la cosa diferente, mas compleja y a la vez mas sencilla y solo hay que tener amplitud de criterio y tolerancia.

Oye, tu foto del arbol parece como si a un gigante lo hubieran enterrado de la cintura para arriba ;-)
Aunque en terminos forestales no sea un bosque productivo, podria servir para una infinidad de otras cosas, no?? (para una peli de caperucita y el lobo feroz, por ejm, jajaja)