miércoles, 28 de marzo de 2007

DE AÑEJOS SENTIRES

La otra tarde me fui con unos amigos de universidad a comer una “tablita” en el B. Estación. Hace tiempo que no me daba un tiempo para hacer vida social con ellos y era la ocasión perfecta. Pero, mientras mi amiga S hablaba de una pastilla para adelgazar y sus efectos en el organismo, me vi a mi misma con una sonrisa un tanto fingida (para despistar mi ausencia) y mi mente volando por otros lugares. La verdad es que es bastante frecuente en mi, aun recuerdo como en clases me obligaba a prestar atención al profesor que daba las cátedras, y es que en definitiva, nunca he tenido buena concentración.

Lo que principalmente pensaba en ese momento, es en la capacidad que tengo para dañar y/o ser dañada, la primera vez que me di cuenta de ello fue a los 19 años, tal vez no lo había notado antes, por razones que no vienen al caso mencionar, pero en ese tiempo se me hicieron mayormente patentes, y es extraño, a veces por abrir o mantener la boca cerrada he herido a la otra persona. Desde entonces he tratado de mantener el equilibrio (que no es mantener mi boca entreabierta) intentando ser cautelosa con cada cosa que digo. De hecho a veces me cuido tanto de pensar lo que voy a decir, que un antiguo novio me lo criticaba, era algo que le molestaba, no se porque.

Aun así, a veces meto la pata, y lo asumo. Sin embargo, a veces me he dado cuenta que tan solo por el hecho de existir, puedo ser incomoda para otros, no por lo que diga, mas bien por “ser” un mundo diferente a “otros”.

Sin embargo, pienso que el problema no debe ser tan mío, siempre habrá algo en mi que incomode a otras personas, de la misma forma en que debe existir algo que a otros le agrade, sin yo darme cuenta, como me lo hicieron ver el domingo recién pasado, cuando me junte con mis amigas “brujildas” a las cuales no les veía hace apenas una semana, y de las cuales recibí un sin fin de abrazos apretujados y palabras de añoranza y notoriedad de mi ausencia, cosa extraña, pues siempre intento andar de invisible por todos lados.

Entonces he llegado a la conclusión que no debo cambiar cosas en mi por no afectar a otros, sino por no afectarme a mi misma. Siempre habrá quien me rechace, a quien no le simpatice o con quien tenga discrepancias, es parte de la vida misma, y no puedo ir por la vida intentando caerle bien a todo el mundo, aunque se que mi problema es mas bien dolerme por darme cuenta que no soy aceptada o entendida, de la misma forma que me duele ver alguien lastimado por mi causa. No se por que me afecten esas cosas, tal vez sea solo sentimentalismo.

Es como que recién vengo a entender que debo amar a mi prójimo como a mi mismo, pero no esperar que los demás me amen, y en el acto, me acepten tal cual. Debo estar bien yo, y de ello, brindarle a los demás, que si lo aceptan, pues bien, y si no, pues tampoco es su obligación, y yo por lo menos tendré la conciencia tranquila.

(Ayyyy, no se…tal vez me falte endurecer mas el cuero, ponerme espinas, o quien sabe qué….puedo entender la intolerancia, pero me cuesta aceptar que la adornen con papel celofán).

3 comentarios:

Gavriel dijo...

Hola amiga!
Siempre estamos en constante aprendizaje en la vida. Aprendemos de los errores para acrisolar nuestra persona. Amar incondicionalmente es una forma de paliar muchos defectos.
Abrazo fuerte!

tallarin cervecero dijo...

El amor simepre enaltece el alma humana..aun mas alla de ser rechazado o no.no crees?

Pry dijo...

Ahhhh fue solo un lapsus, tal vez sea que estoy poco acostumbrada a no ser "entendida" a veces y sobre todo que en el momento que escribi esto habia vivido una situacion muy particular que me hizo cuestionarme algunas cosas....pero....bueno no se :P en definitiva eso me afecto mas de lo que deberia haber sido :D

Un abrazo para los dos;)