RELOJ

Me quieren devolver el tiempo, que vuelva a vivirlo, y yo me niego. Pretenden que retroceda mi reloj en 60 minutos cuando lo que yo mas quiero es que una hora pase luego. ¿Cual sería el sentido de agonizar por más tiempo?. Yo quiero avanzar al compás de los palitos del reloj, que el espacio transcurrido entre cada recuerdo avance rápido, acelerado, tan acelerado como para no detenerse en tu recuerdo. De hecho ni siquiera pretendo pensar, mas bien quiero encontrar un pasatiempo, u ocuparme en alguna estadística mecánica para matar el tiempo, aunque en el acto solo termine derrotada, vencida, sepultada aquí en mi cama, cansada de despertar y solo tocar mi cuerpo.

Y es que insisto, 60 minutos es demasiado para permitirle a mi memoria impregnarse en tu recuerdo, me bastarían 25, 29, tal vez 32 segundos, pero no más. ¿Que no entienden que cada segundo es como un granito de arena que va llenando la tumba de mi cuerpo aún en vida?.

No quiero que te adueñes de mi tiempo, este que es solo para mi en lo más intimo, ni quiero nuevamente dejarme sucumbir por el ir y venir de tu presencia, junto a todo lo que se viene equilibrado, como el sol y la luna, vida y muerte, amor y odio. ¿Por qué todo es tan cíclico y circular?, como un anillo, como una horca, …como un reloj.

(Solo en mi persona existe el tiempo, tiempo que solo es válido en el presente, presente lleno de recuerdos, recuerdos del pasado, pasado que ya no es, que ya no soy y que ya no volveré a ser. Sea como fuere, independiente de mis trastornos bipolo-personales, que cada chileno recuerde que hoy se atrasan los relojes en una hora)